Ahora sí que me siento en otra dimensión, y no en una vecina,
estoy como a 1000 kilómetros de distancia de mi suelo,
de esa pieza que, yo pienso, me protege …
realmente no estoy aquí, y realmente no estoy a salvo,
pero ¿a salvo de qué?...
no quiero más ideas en mi cabeza;
estoy harta del cielo ir y venir,
del pasto llegar y partir,
pues no conozco nada en tu realidad,
más que lo que me has prestado, y aun con intereses…
Porque sólo voy, de un lugar a otro, tal conejo en silla de ruedas….
Y no tengo aliento, no tengo lágrimas ni sangre….
Y no puedo decir que estoy mal… no lo estoy,
pero tampoco diría que estoy bien… sólo estoy,
¿estoy?
más bien soy…
¿soy?...
Mis ruedas se pincharon y el auto ya no avanza,
el vidrio se rompió y me llegan todos los mosquitos del camino…
Sueño y no duermo,
grito y no veo,
lloro y no hablo….
O tal vez al revés….
Tal vez nada de esto tenga sentido,
y claro,
esa era la idea, pues queremos hablar de cosas sin sentido, pero no por eso
NO sentidas!....
Mi lápiz rojo bota tinta azul,
y mis ojos verdes se ven cafés…
mi cara de niña se envejece a cada instante,
y mis uñas rotas aún son más firmes que las tuyas….
Mis amigos me quieren y con eso me conformo,
mi familia está loca y, creo, es lo que más me gusta,
mi gato acaba de morir y yo aún no consigo vivir…
Y ahí es donde surgen las ironías de la vida,
pues ayer me querían y hoy soy la peor…
la segundona que hirió a la, hoy mártir, ayer rezagada…
No importa, no importa nada,
sólo que estoy aquí tirada: en el suelo, boca abajo
y con un plano entre mis dientes, porque ¿sabes?
Sufro de bruccismo crónico…
Sí, y sólo se relaciona con mi stress excesivo….
Gracioso no?
Como si andar con unos dientes falsos y duros entre los dientes reales,
y ojo: de leche,
me ayudase a reducir mi cuota de stress…
más gracioso aun es que la doctora me aconsejase que
“…quizás deberías hacer cosas liberadoras; como leer, escribir, bailar o salir…”…
Ok, voy a omitir comentarios y,
por supuesto,
no diré que eso lo vengo haciendo desde que tengo uso de razón…
Me acabo de dar cuenta que se me durmió el mentón que,
por comodidad,
tenía apoyado en el puff sobre el cual estoy...
…otra ironía…
No sé que busco decir con todo esto,
que quizás no diga nada,
pero son palabras y eso: es más que nada,
eso hace el todo al fin y al cabo…
entonces podríamos concluir que, si lo que aquí vemos son palabras,
es que aquí hay una realidad subyacente e inequívoca,
frente a mis ojos al menos.
Sí, pues las palabras crean realidad, pero entonces
¿Quién creo las palabras?....
Fácil! … este colorido lápiz que baila sobre estas desdichadas hojas,
pero que la verdad,
no sé de donde salió,
sin embargo en un costado recita “cumprumAFP”…