Sí, yo te creía…. Yo, la muy idiota creía en todas y cada una de tus “lindas” palabras….
Yo soñaba, soñaba con un bosque de cuentos, con árboles gigantes y mucha magia alrededor...
Yo vivía en ese cuento, vivía día y noche recostada en el pasto, mirando las estrellas…. Siendo la princesa que siempre creí… que siempre quise ser…
Yo te amaba, te amaba como sólo se ama por vez primera, como sólo se sueña llegar amar… así te amaba
Hoy ya no creo… hoy no te creo nada, ninguna de tus palabras… no las creo!...No creo en tu cara, no creo en tus abrazos, ni en tu bellos ojos…
No creo en el amor! No creo en los príncipes… dejé de creer y ahora sólo puedo llorar, llorar en silencio para no estorbar… para no contaminar el aire con mis suspiros, para no aburrir a nadie con mis niñerías...